Una vez acabado el curso, ya llegan las ansiadas vacaciones de verano en las que todos estáis deseando hacer numerosos planes para disfrutarlas al máximo, no obstante, tras los días que hemos vivido esta semana alcanzando temperaturas realmente elevadas vemos necesario hablar del riesgo de estar expuestos a dichas temperaturas y como podemos evitar las consecuencias de ello para así disfrutar de una manera plena de las más que merecidas vacaciones.
En primer lugar, recalcar que estos días es importante evitar estar mucho tiempo expuestos a estas temperaturas, tratando de aprovechar las franjas del día donde estas son menos elevadas como son primera hora de la mañana o última de la tarde. Sin embargo, si debes exponerte al sol en otras de estas franjas del día donde los riesgos aumentan, te recomendamos esto para evitar posibles golpes de calor:
Mantente hidratado
Una hidratación adecuada es fundamental para prevenir los golpes de calor. Asegúrate de beber suficiente agua a lo largo del día, incluso si no tienes sed. Evita el consumo excesivo de cafeína y alcohol, ya que pueden aumentar la deshidratación. Si vas a pasar tiempo al aire libre, lleva contigo una botella de agua y bebe regularmente.
Viste ropa adecuada
Usar la ropa adecuada puede marcar la diferencia en tu comodidad y transpiración durante los días calurosos. Opta por prendas ligeras, de colores claros y tejidos transpirables, como el algodón. Evita la ropa ajustada o hecha de materiales sintéticos, ya que pueden dificultar la evaporación del sudor y aumentar la temperatura corporal. Muy importante también usar complementos muy útiles en estos días como son un gorro o gorra, gafas de sol e incluso un paraguas.
Busca lugares frescos
Cuando las temperaturas se vuelven extremadamente altas, es importante buscar lugares frescos para evitar la exposición directa al sol. Permanece en espacios interiores con aire acondicionado, como centros comerciales, bibliotecas o cines. Si no tienes acceso a un lugar con aire acondicionado, busca sombra en parques o utiliza ventiladores para mantener el flujo de aire en tu casa.
Si pese a seguir todas estas recomendaciones nos empezásemos a encontrar mal, podríamos estar sufriendo un agotamiento por el calor o incluso una insolación o golpe de calor, sus síntomas son los siguientes:
-Agotamiento por calor
-Dolor de cabeza
-Náuseas, mareo, vómitos
-Cansancio y sudoración
-Piel fría y pálida
-Pulso rápido y débil
-Fiebre menor de 40 grados.
Ante estos síntomas, debemos hidratarnos bebiendo agua a sorbos pequeños, desplazarnos hasta un lugar fresco dejando de estar expuestos al sol y optar por una ducha fría.
Si la cosa se vuelve algo más grave y los síntomas empeoran en forma de piel caliente y enrojecida, respiración y pulso acelerado y fuerte, fiebre mayor de 40 grados, convulsiones, alucinaciones o desmayos, debemos llamar de manera inmediata al 112 y ponernos en un lugar fresco si es posible, además es muy importante tratar de reducir la fiebre con paños fríos o un baño de agua fría y no ingerir ningún tipo de líquido.