El proceso de alquilar una propiedad puede ser emocionante pero también desafiante, especialmente para los estudiantes que se enfrentan a esta experiencia por primera vez. Un contrato de alquiler es un componente esencial de esta transacción, ya que establece los términos y condiciones bajo los cuales se llevará a cabo el arrendamiento. Si eres un estudiante que busca una vivienda o un arrendador que alquila a estudiantes, es crucial comprender las cláusulas más importantes en un contrato de alquiler para garantizar una experiencia satisfactoria y sin problemas. A continuación, exploramos algunas de estas cláusulas clave.
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Duración del contrato:
La duración del contrato de alquiler es una de las cláusulas fundamentales. Puede ser un contrato de alquiler a corto plazo, como por un cuatrimestre o semestre académico, o uno a largo plazo que abarque todo un año. Es importante que ambas partes estén de acuerdo en la duración y la fecha de inicio y finalización del arrendamiento. Sin embargo, el arrendatario podrá dar por terminado el contrato una vez que hayan transcurrido al menos los seis primeros meses desde la firma de este, siempre y cuando haya avisado al arrendador con 30 días de antelación. También deberá indemnizar al propietario con el pago de una mensualidad en concepto de penalización si esta cláusula estuviera recogida en el contrato.
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Pago del alquiler:
La cláusula de pago del alquiler especifica la cantidad de dinero que el inquilino debe pagar al arrendador y cuándo se debe realizar el pago. Puede incluir detalles sobre cómo se debe realizar el pago (transferencia bancaria, cheque, efectivo, etc.) y si hay algún «período de gracia» para los pagos atrasados.
Tras la nueva ley de la vivienda ambas partes del contrato deben tener en cuenta que los gastos de gestión inmobiliaria y formalización del contrato deben recaer sobre el propietario o arrendador del piso a diferencia de lo estipulado antes de entrar en vigor dicha ley.
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La fianza:
El depósito de seguridad o más conocido como la fianza es una cantidad de dinero que el inquilino paga al arrendador para cubrir posibles daños a la propiedad durante el período de arrendamiento. La cláusula debe establecer la cantidad del depósito, las condiciones para su devolución al final del contrato y las circunstancias en las que el arrendador puede retener parte o la totalidad del depósito.
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Mantenimiento y reparaciones:
Esta cláusula establece las responsabilidades del inquilino y del arrendador en relación con el mantenimiento y las reparaciones. Puede detallar quién es responsable de qué tipo de reparaciones menores y mayores, y cómo deben reportarse los problemas.
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Uso de la propiedad:
Esta cláusula describe cómo se puede utilizar la propiedad alquilada. Puede abordar temas como el número máximo de personas que pueden vivir en la propiedad, si se permiten mascotas y cualquier restricción sobre actividades específicas dentro de la propiedad.
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Terminación anticipada:
Esta cláusula aborda cómo se puede poner fin al contrato de alquiler antes de su vencimiento. Puede incluir información sobre el período de notificación requerido y si hay alguna penalización financiera por la terminación anticipada.
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Cambios en los términos del contrato:
En algunos casos, los arrendadores pueden necesitar realizar cambios en los términos del contrato. Esta cláusula especificará cómo se comunicarán tales cambios y cómo afectarán al inquilino.
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Responsabilidad del arrendador:
Esta cláusula describe las responsabilidades del arrendador en relación con el mantenimiento de la propiedad y la solución de problemas. Puede cubrir temas como la seguridad de la propiedad y la disponibilidad de servicios públicos.
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Renovación del contrato:
Si ambas partes están satisfechas con el acuerdo, es posible que deseen renovar el contrato de alquiler al final del período inicial. Esta cláusula puede describir cómo se llevará a cabo la renovación y si habrá cambios en los términos.
En resumen, los alquileres de pisos para estudiantes son peculiares y necesitan de un articulado efectivo de cláusulas para no dejar ningún tipo de «cabo suelto» en relación con el alquiler. Tanto para los propietarios como para los estudiantes, recomendamos una lectura concisa del contrato y, si es necesario, contar con los servicios de profesionales jurídicos expertos en la materia que puedan servir de ayuda.
