Cuando entréis en la universidad os daréis cuenta que para conseguir vuestro título no debéis tener aprobadas “X” asignaturas, sino haber superado un número de créditos ECTS (European Credit Transfer System) determinado. Normalmente este número es de 240 en la mayoría de las titulaciones, pero hay otras como medicina, odontología, veterinaria… en donde los créditos exigidos son más. Los créditos son una herramienta que se usa en las universidades tras la aprobación del «Plan Bolonia» para medir y equiparar, tanto a nivel nacional como europeo, las carreras impartidas y así facilitar la movilidad de los estudiantes (erasmus) y cuantificar y ordenar el tiempo de estudio.
A cada asignatura le corresponde un número de créditos en función de la complejidad o durabilidad de la misma, es decir, si es semestral o anual. Podemos encontrarnos de este modo con asignaturas de distintos créditos atendiendo también a las horas estimadas de estudio para la superación de la misma. Los cursos académicos suelen dividirse en 60 créditos, el primer año de carrera deberás matricularte de todos ellos. No obstante, tras ese primer año podréis modificar de cuantos créditos ECTS os matriculáis, habiendo un máximo y mínimo (72-18) que os ayudará a compaginar los estudios con otras actividades como puede ser el trabajo o bien para avanzar de un modo más rápido en la consecución de vuestros estudios.
El precio de cada carrera universitaria depende de la rama de dicho grado. Así el precio de las carreras de la rama científica es mayor que el precio de un crédito de una carrera de la rama de letras. En lo que sí coinciden todos los grados es en el aumento del precio de dichos créditos a partir de la segunda matriculación de estos. Es decir, el precio de una asignatura de un número determinado de créditos se incrementa el doble cuando te matriculas de la misma por segunda vez y así sucesivamente. Nuestro consejo desde Cuvi para todos los estudiantes, y en especial para aquellos que alquilan un piso y por lo tanto hacen frente a unos mayores gastos, es que realicen la matrícula teniendo en cuenta todo esto y cojan solo las asignaturas que sepan que van a poder hacer frente durante el curso.
No menos importante es conocer la posibilidad de compensar «X» créditos para la obtención del título. Esto, pese a ser una opción un tanto lejana para aquellos que empezáis a cursar vuestros estudios, puede ser una solución para obtener vuestra titulación en caso de necesitarlo.
También es importante conocer la opción de no cursar alguna de las asignaturas optativas de diversos grados mediante la obtención de créditos de libre configuración. Estos los podréis obtener realizando numerosas actividades complementarias a vuestra formación ofrecidas por las universidades como son voluntariados, actividades propuestas por la universidad, cursos formativos, actividades deportivas, practicas externas, etc.